TRAS EVADIR 20 AÑOS A LA JUSTICIA, ABDALÁ BUCARAM RETORNA A CARONDELET




Beneficiado por la prescripción de dos juicios por peculado, el expresidente Abdalá Bucaram retornó a Ecuador y gracias a sus pactos políticos a regresado como invitado de honor a Carondelet.



Por su explosivo discurso, cargado de adjetivos, el polémico personaje tuvo incidencia en  la política de los años 80 y 90 del siglo pasado, periodo en el cual fue electo alcalde de Guayaquil y posteriormente presidente, aunque en ninguno de los casos culminó sus administraciones porque buscó el exilio en Panamá para evadir sus responsabilidades penales por hechos de corrupción que lo involucraron.

Bucaram comenzó su carrera política en 1979 cuando fue designado Intendente de Policía de la provincia del Guayas durante el gobierno de su cuñado, el extinto presidente Jaime Roldós Aguilera.



Tras la muerte del exmandatario en un accidente aviatorio, en el que también falleció su hermana mayor, Martha, decidió formar un partido para -según él- seguir el legado del roldosismo.

Con un estilo populista, Bucaram alcanzó la alcaldía de Guayaquil en 1984 pero al cabo de un año tuvo que abandonar el cargo tras ser enjuiciado por las Fuerzas Armadas y por un caso de presunto peculado en la Municipalidad. Fue su primer exilio en Panamá.

Desde allí prosiguió sus ataques contra sus oponentes, especialmente al socialcristianismo liderado por el entonces presidente León Febres-Cordero. En ese país fue encarcelado al encontrársele droga en su vehículo, pero después fue liberado al comprobarse que había sido víctima de un complot orquestado por el gobierno socialcristiano con apoyo del exdictador Manuel Antonio Noriega.



Después de beneficiarse con el indulto, Bucaram retorna en 1987 a Ecuador y participa en las elecciones pero es derrotado en segunda vuelta por Rodrigo Borja. Luego de la campaña electoral se autoexilia nuevamente para evadir a la justicia que había reactivado el caso de peculado en la alcaldía de Guayaquil.

En 1992 luego de ser beneficiado con un nuevo indulto nuevamente participa en las presidenciales pero queda en tercer lugar.

En 1996 la desmemoria del pueblo que había olvidado los escándalos de lo que su alcaldía y la de su hermana Elsa, lo premia con la presidencia de la República en una elección que tuvo como contrincante al socialcristiano Jaime Nebot.

Con la promesa de ser la “fuerza de los pobres”, lema de su partido político, Bucaram asumió el poder el 10 de agosto de 1996, pero en breve quedaron al descubierto sus planes neoliberales para el manejo de la economía ecuatoriana.



Su gabinete estuvo conformado por conocidos empresarios y banqueros del medio y su gobierno adoptó recetas del economista ortodoxo argentino Domingo Cavallo, que planteaban el incremento de los combustibles y de los servicios básicos,  la privatización de instituciones estatales y la covertibilidad de la moneda.

El descontento popular, sumado a un ambiente de desgobierno, fue capitalizado por sus adversarios políticos que el 5 de febrero de 1997 lo declararon incapaz mental para gobernar y lo destituyeron de la Presidencia desde el entonces Congreso Nacional.

Se ponía así fin a seis meses de gobierno caracterizado por graves escándalos de corrupción protagonizados por funcionarios de su gobierno, acusaciones de nepotismo, shows artísticos y otras polémicas acciones del roldosismo.

Bucaram huyó nuevamente a su exilio al istmo mientras en Ecuador se iniciaron dos juicios por peculado en los denominados procesos “gastos reservados” y “Mochila Escolar”, este último un programa destinado a la entrega de kits escolares que nunca se concretó y mediante el cual se perjudicó al país en millones de dólares.



Los procesos siguieron su curso, mientras el prófugo expresidente despotricaba por todos los medios a su alcance en contra de la dirigencia política ecuatoriana, irrespetando la condición de asilado político que le había otorgado el gobierno panameño.

En abril de 2005 tuvo un breve retorno al país luego de que su amigo y edecán, el expresidente Lucio Gutiérrez logró una mayoría legislativa para nombrar una nueva corte y facilitar la presidencia la entonces Corte Suprema de Justicia a Luis Castro Dáger, conocido como el ‘Pichi’, entrañable amigo de Bucaram.

Esta maniobra precipitó la caída de poder de Gutiérrez, ante lo cual Bucaram huyó nuevamente a Panamá, país en el que continuó a través de las redes sociales sus ataques, muchas veces con palabras impublicables, a la clase política, periodistas y otros personajes.



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